Blood game.


30 Agosto 1945

Querida hermana, según dicen la guerra acabará pronto, yo no tengo muchas esperanzas de sobrevivir. Te escribo para hacerte saber que no todo lo que contarán los americanos será verdad, ya sabes eso de "el ganador es el que escribe la historia" y ellos la escribirán a su manera.
También necesito decirte que yo no quería participar en esta carnicería, sólo quería reunirme con mi familia, con mi hijo, lo antes posible y olvidar todo lo malo que he tenido que hacer, la de vidas inocentes que me han obligado a quitar. Me he ganado el infierno a pulso. Te diré una cosa, espero que nunca ninguna otra generación tenga que soportar esto, ni siquiera puedo hacerme a la idea de algo más doloroso, nunca podré ver a mi hijo crecer, sus primeros pasos, su primera palabra, su novia, nunca podré aconsejarle sobre chicas... hay tantas cosas que no podré hacer que prefiero no pensar y dejarme llevar por el olor a putrefacción del aire que respiro.

He salvado algunas vidas, incomparables con el número que muertes, pero, espero que hayan servido para algo. No me puedo quitar de la cabeza la cara de sufrimiento de niños de 12 años al ver a sus padres morir e intuir que ellos serán los siguientes, no puedo.

Ahora mismo me muero lentamente, un oficial me ha herido por dar mi comida a un niño. No me lamento de esto, ni quiero ser un héroe, lo único que quiero que sepas es que tu hermano no es tan malo, y que, si me quedé en Alemania, fue para proteger a mi familia.

Te quiero con toda mi alma.

P.D. Junto a esta carta encontrarás un reloj, prométeme que se lo darás a mi hijo y que cada vez que lo vea piens



La carta estaba inacabada.

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2 comentarios:

Jorge Mateo. Con la tecnología de Blogger.
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