El comienzo de un sueño.


Sara como cada día se levantó a las 8:00 para ir al colegio, como todos los lunes fue a clase de teatro, pero justo ese día se dio cuenta de cual era su vocación, de cual era su futuro. Salió corriendo del colegio, que estaba al lado de casa, para decirle a su madre que ya sabía lo que quería ser de mayor. Nada más salir del colegio, al ir tan deprisa, casi es atropellada por un coche rojo, subió una calle, torció a la izquierda, y llegó a casa, subió corriendo y le contó a su madre que de mayor quería ser actriz, que en el colegio su profesor le dijo que tenía mucho talento.

Pasaron los años y con ellos, los novios, los líos sin compromiso, amigos, enemigos, el teatro, su familia... Cuando acabó su grado superior en arte dramático, empezó actuando en su barrio, en pequeños cafés de moda, en salones pequeños, pero siempre se llenaban.
Un buen día cogió la fama suficiente para que alguien de ese mundo se fijara en ella, y le hiciera una oferta en uno de los teatros más famosos del país, ella aceptó sin pensárselo dos veces. Estuvo preparando su papel durante semanas, ilusionada con ello, con ganas de subir al escenario y darlo todo, que con cada movimiento suyo transmitiera mil sensaciones...
Llegó el día, el gran día en el que por fin podría cumplir su sueño, estaba muy nerviosa, pero cuando subió al escenario fue como una liberación, miró a la gente, imposible de ver gracias a los focos, de repente, empezó a ver un destello blanco, que se agrandaba cada vez más, y más y más...

Cuando abrió los ojos vio que estaba en un hospital y que seguía siendo pequeña, de lejos oía a su madre llorar y al médico decir que un coche rojo había dejado parapléjica a una niña.



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Jorge Mateo. Con la tecnología de Blogger.
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