Ya no hay sentimientos ni emociones. Hace meses todavía podía sentir angustia, celos, vergüenza, placer...Ocasionalmente incluso podía llegar a querer. Pero una vez te das cuenta de toda la mierda que hay escondida en este mundo perro entiendes que todo es dominado por el odio. No hay sentimientos, solo odio. Muchas noches me despierto entre sudores y sé que tengo que cambiarlo todo. Todavía no sé cómo. Pero no te preocupes, tengo un plan. Parece que esté destinado a ello.

Te he intentado escribir desde hace un tiempo, pero las palabras no me salían. Se las llevaría el viento, me suelo decir. Me digo muchas cosas. De hecho, últimamente solo hablo conmigo mismo. Eso me ha ayudado a comprender que yo también tengo que sacrificarme. Es necesario que las malas personas lo hagamos para que todos, como colectivo, como género humano, podamos renacer.

Pero no temas, yo me encargaré de todo. Os conduciré a la libertad y despojaremos a La Tierra de su cáncer más mortal. ¿No te parece una maravillosa ironía? Destruir una civilización que supura odio por cada poro de su gris piel, para crear otra solo por amor. Amor a lo que siempre nos ha sido negado, supongo.

No te puedo decir mi paradero, porque seguramente acudirías a la policía, o a alguna fuerza represora todavía peor. Tampoco te puedo decir que me encuentro bien, no me gusta mentir. Y menos a ti. Os enseñaré a ver la vida desde el punto de vista que se merece, y olvidaremos el odio. Juntos, olvidaremos el odio. Se lo llevará el viento.